Oscar Ellwanger Blogger

martes, junio 14, 2005

Las soluciones clásicas de siempre


Hace algunos días, al irme ya retirada la tarde de la oficina a mi casa, tome el Metro. Vehiculo eléctrico de última generación para el transporta pasajeros de un lado a otro y que viaja por túneles obscuros construidos bajo la ciudad que ilumina el smog con sus brillantes y naranjas luces de neón (son de neón todavía???).
A penas pasadas unas estaciones y al llegar a otra, una de las puertas del vagón en el cual me encontraba, específicamente la segunda, sin ninguna razón aparente no se quería cerrar impidiendo la partida del subterráneo. Tiiit! Las puertas se abren y se cierran…excepto la segunda, se produce una espera…30 largos segundos, Tiiit! Las puertas se abren y se cierran nuevamente…excepto la segunda, en la espera de 45 eternos segundos pensé “esto no da para más, me bajo!!”. No alcance ni a moverme cuando… Tiiit! Las puertas se abren y se cierran nuevamente…excepto la mismísima segunda. “Ahora sí, me bajo”. Comenzaba a caminar hacia la puerta testaruda cuando una voz emergió por los parlantes de Subway – “Señores pasajeros, les informo que las luces se apagarán por un momento” – Comenzaron a apagarse las luces en orden y quedo todo en silencio por infinitos 10 segundos, luego comenzaron a prenderse las luces y aparecieron los sonidos típicos del transporte, Tiiit! Las puertas se abren y se cierran todas!!!!!!. Por fin continuamos la marcha, Uff! Menos mal que no me baje…Luego de todo esto pensé “Parece que los buenos trucos funcionan universalmente, era cosa de cortar la energía por un momento para que todo funcionara normalmente”. Moraleja “Si algo no te funciona, Apágalo y Préndelo, si funciona para el metro funcionara para tí…”

3 Comments:

Publicar un comentario

<< Home